El haba de soja convenientemente procesada (FFSB) destaca por su interés de uso en todo tipo de piensos. Su alto contenido en aceite y proteína junto a la calidad de estas fracciones y su alta palatabilidad, la hace especialmente beneficiosa en piensos de primeras edades.
Además, de su alto valor en energía y aminoácidos (AA), la FFSB aporta cantidades importantes de fosfolípidos, sustancias ricas en ácido linoleico, fósforo, vitamina E y colina (Paulding et al., 1986; Ravindran et al., 2014a; CVB, 2019; FEDNA, 2019).
En cualquier caso, debe tenerse en cuenta que el valor nutricional de las habas procesadas, aunque más uniforme que la mayoría de materias primas, varía en función de factores tales como el tipo de semilla, el origen del haba, las condiciones ambientales y agronómicas del área de siembra durante el crecimiento, la época de cosecha y las condiciones del almacenamiento y del procesado térmico del haba (Piper y Boote, 1999; Grieshop et al., 2003; Karr-Lilienthal et al., 2004; Goldflus et al., 2006; Lee et al., 2013; Zhang et al., 2019).
Instituciones dedicadas a la
investigación e información sobre la composición química y valor nutricional de las materias primas, dan valores de energía metabolizable aparente corregida en nitrógeno (EMAn) para la FFSB en un rango entre 3.137 y 3.715 kcal/kg (Tabla 1).
Tabla 1. Contenido energético (EMAn, kcal/kg) del haba de soja tostada según instituciones y ecuación de predicción utilizada (90% MS)
Estas diferencias entre fuentes de información sobre el valor energético de las habas son difíciles de explicar, pero se deben, al menos en parte al contenido y calidad de la fracción lipídica y proteica (Salado et al., 1999; Thakur y Hurburgh, 2007; Serrano et al., 2012) y al contenido en sacarosa (Coon et al., 1990; Berrocoso et al., 2014; Ravindran et al., 2014b).
Por otro lado, la presencia de oligosacáridos y componentes fibrosos, podrían afectar a la digestibilidad y al contenido energético de las habas, en función de la cantidad de habas incluidas en el pienso, así como de la edad del ave (Dilger et al., 2004; Choct et al., 2010; Ravindran et al., 2014b). Así, bajo ciertas condiciones, los oligosacáridos (fermentación limitada a ácidos grasos volátiles y posible efecto “prebiótico”) y la fracción fibra (caso de su inclusión en piensos muy bajos en fibra) podrían incluso mejorar la utilización de otros nutrientes presentes en el pienso.
Los inhibidores de tripsina (IT) son el principal factor antinutrici...